lunes, 20 de octubre de 2014

Gabriela Mistral


 ÁRBOL MUERTO

A Alberto Guillén
   En el medio del llano,
un árbol seco su blasfemia alarga;
un árbol blanco, roto
y mordido de llagas,
en el que el viento, vuelto
mi desesperación, aúlla y pasa.

   De su bosque, el que ardió, sólo dejaron
de escarnio, su fantasma.
Una llama alcanzó hasta su costado
y lo lamió, como el amor mi alma.
¡Y sube de la herida un purpurino
musgo, como una estrofa ensangrentada!

   Los que amó, y que ceñían
a su torno en septiembre una guirnalda,
cayeron. Sus raíces
los buscan, torturadas,
tanteando por el césped
con una angustia humana...

   Le dan los plenilunios en el llano
sus más mortales platas,
y alargan, por que mida su amargura,
hasta lejos su sombra desolada.
¡Y él le da al pasajero
su atroz blasfemia y su visión amarga!

Franz Kafka y su Metamorfosis


(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo en lengua alemana. Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en un ambiente cultural alemán, y se doctoró en derecho. Pronto empezó a interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. 

Su proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en 1917 al padecer los primeros síntomas de tuberculosis, que sería la causante de su muerte. A pesar de la enfermedad, de la hostilidad manifiesta de su familia hacia su vocación literaria, de sus cinco tentativas matrimoniales frustradas y de su empleo de burócrata en una compañía de seguros de Praga, Franz Kafka se dedicó intensamente a la literatura.


A continuación, les comparto un pequeño fragmento de su obra Metamorfosis:

Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana luego de un agitado sueño, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el córneo caparazón de su espalda y al levantar un poco la cabeza, contempló la figura convexa de su oscuro vientre, surcado por encorvadas durezas, cuya prominencia apenas sí podía aguantar la colcha, visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo.  Múltiples patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia.

-¿Qué ha pasado?

No, no soñaba. Su habitación, aunque excesivamente pequeña, aparecía como de ordinario entre sus cuatro harto reducidas paredes. Presidiendo la mesa, sobre la cual estaba esparcido un muestrario de telas -Samsa era viajante de comercio-, colgaba una ilustración recortada poco antes de una revista que había colocado en un lindo marco dorado. Representaba a una señora tocada con un gorro de pieles, envuelta en una lona también de pieles, y que, muy erguida, esgrimía contra el espectador un amplio manguito, asimismo de piel, dentro del cual se perdía todo su antebrazo.


Gregorio dirigió posteriormente la mirada hacia la ventana, el tiempo nublado (se escuchaba el repiquetear de las gotas de lluvia en el cinc del alféizar) le infundió una gran melancolía.
"Bueno -pensó- ¿qué pasaría si yo siguiese durmiendo otro rato y me olvidase de todas las fantasías?".......

Emile Zolá

 Émile Zola fue un escritor francés que nació en París el 2 de abril de 1840 y que falleció en la misma ciudad el 29 de septiembre de 1902. Considerado el líder del movimiento literario llamado naturalismo: un realismo extremo basado en la descripción y en las teorías fisiológicas de pensadores como Hippolyte Taine. Nacido en el seno de una familia poco adinerada, abandonó los estudios para ponerse a trabajar como administrativo, pero no tardó en empezar a colaborar con artículos en diversos medios. 

Conectado en un principio con el Romanticismo, sus primeras obras fueron relatos que se publicaron bajo el título de Cuentos a Ninon (1864), y una novela autobiográfica de tintes románticos llamada La confesión de Claude (1865). 

Como colaborador del periódico L'Evénement comenzó a realizar crítica pictórica, interesándose por la pintura impresionista y contrayendo amistad con los nuevos artistas de la época. Interesado en la obra de Balzac y en las teorías de Taine, desarrolló un concepto de novela diferente, donde reflejaba en gran detalle la vida de una familia a lo largo de varias generaciones: llevó este concepto a la práctica con la serie Los Rougon-Macquart, que se extendió a lo largo de veinte novelas; y en varias otras obras como La obra o Nana. 

Comenzó a implicarse en política con el notorio artículo Yo acuso, en el que se involucraba en el famoso Caso Dreyfus, lo que le costó un proceso por difamación y su retiro a Londres. Tras regresar a París siguió publicando artículos sobre el caso, falleciendo finalmente asfixiado en su casa, posiblemente asesinado.

Literatura Rusa

Aunque para muchos represente una forma árida, lenta y dura de escritura, la Literatura ha dejado a lo largo de la historia muchísimas obras que todo buen lector debe conocer, en donde a lo largo del siglo XIX se encuentran los grandes iconos del Siglo de Oro de la Literatura Rusa.

A continuación, les comparto algunos de los escritores rusos que deben leerse para disfrutar de esta literatura.


Poeta de genio universal que revolucionó la lengua rusa rompiendo con la tradición del XVIII. Fuente de los literatos rusos desde entonces, su principal obra es "Eugenio Onegin"





  

Gogol escribiría la considerada por muchos como la primra novela rusa moderna, Almas muertas, su obra más conocida.















Gorki será un escritor muy identificado con el movimiento revolucionario soviético. Pilar de la revolución rusa desde sus orígenes, será unos de los escritores oficiales del régimen. "La madre" será sin duda su obra clave.









Actualmente conocido como Lev Tolstói, es otro de los grandes literatos rusos. Es uno de los mayores representantes del realismo ruso, e intentó reflejar fielmente la sociedad en la que vivía a través de sus libros. Sus más famosas obras son Guerra y Paz y Anna Karénina.

Claude Bernard y su Experimentalismo


Claude Bernard (Saint-Julien Ródano, 12 de julio de 1813 – París, 10 de febrero de 1878) fue un biólogo teórico, médico y fisiólogo francés. Fundador de la medicina experimental, entre sus aportaciones a la medicina, destaca su estudio del síndrome de Claude Bernard-Horner. Hacia 1860, Bernard ya había escrito lo fundamental sobre su método a partir de sus descubrimientos científicos, pero en 1865 publica su más famoso aporte, en la obra “Introducción al estudio de la medicina experimental”. Fue elegido para la Academia Francesa en 1868 y galardonado con la Medalla Copley en 1876.



Según Bernard, la medicina experimental se produce a partir de 4 momentos fundamentales:
  1. La observación del investigador
  2. La hipótesis o idea que surge a partir de aquella observación, la cual se comprobará por medio de la experimentación posterior
  3. El investigador deduce pequeñas hipótesis a partir de su hipótesis principal, las cuales serán consideradas consecuencias lógicas
  4. A partir de toda su observación pasará al diseño y ejecución de experimentos prácticos que confirmen lo planteado anteriormente.